NUEVA PROTESTA EN SIERRA NEVADA CONTRA LAS OBRAS DE LA UNIVERSIADA Y DEFENSA DEL AGUA

Diversos colectivos manifiestan su rechazo a lo que califican "política de hechos consumados de CETURSA"

Este sábado 18 de septiembre ha tenido lugar en Sierra Nevada la "Segunda Excursión Protesta" contra las obras que CETURSA está llevando a cabo en diversas zonas de la estación desde finales del mes de julio. La actividad fue convocada por la Asamblea contra la Universiada y en Defensa del Agua y ha contado con el apoyo de colectivos ciudadanos de Dílar y Monachil, Ecologistas en Acción, Salvemos la Vega, el Movimiento en defensa del río Castril, la Asamblea contra la Ronda Este y el grupo Solidarios con la  Casa del Aire. A pesar de lo incierto de la meteorología y de tratarse de un recorrido de alta montaña, la asistencia ha sido numerosa. Participaron alrededor de 300 personas dispuestas a cubrir la distancia que separa la Hoya de la Mora y la zona de Borreguiles.   

Las personas asistentes han podido contemplar de cerca el estado de las primeras obras que se realizan con motivo de la Universiada 2015 y que están incluídas en el Plan Estratégico de Actuaciones 2007-2017 de CETURSA. En primer lugar, la remodelación de la pista Universiada, donde se construye un túnel subterráneo de unos sesenta metros de longitud en su intersección con la pista Maribel y en la que se está instalando además una nueva línea de nieve artificial con 30 cañones. Y más tarde, la segunda balsa de agua para producción de nieve artificial, que se construye en la zona de la Zahareña, hacia donde se han dirigido y donde se ha leído un comunicado y han intervenido representantes de otros colectivos.  

Con esta excursión, la Asamblea contra la Universiada y en Defensa del Agua quiere romper "el silencio oficial que rodea" a unas obras que califican de "auténticas agresiones contra la Sierra, sus aguas y sus pueblos", así como seguir denunciando lo que consideran "una política de hechos consumados por parte de CETURSA y las distintas administraciones". "A pesar de las denuncias presentadas contra estas obras por los graves daños a los ecosistemas de la sierra y por la incompatibilidad manifiesta de un delegado de Medio Ambiente que firma los permisos siendo a la vez consejero de CETURSA, el verdadero problema de estas obras no es legal, sino ecológico y social". Afirman que "es todo un modelo económico lo que hay que poner en cuestión", porque "si CETURSA ha solicitado una ampliación de las captaciones de agua que triplica la cantidad de la que dispone actualmente, es porque está decidida a seguir creciendo, es decir, a construir más pistas, más hoteles, más remontes y más parkings y, sobre todo, a multiplicar sus sistemas de producción de nieve artificial, lo cual exige enormes cantidades de agua e ingentes cantidades de energía. Por muy sostenible que lo pinten, es un modelo basado en la misma destrucción del territorio que todos conocemos". Desde la mencionada Asamblea aseguran que de llevarse a cabo, estos planes "supondrían un daño irreparable para los ríos Dílar y Monachil que tendría gravísimas consecuencias para la agricultura y para el abastecimiento a las poblaciones aguas abajo". Denuncian asimismo "los criterios productivistas de la nueva Ley de Aguas que da cobertura jurídica a estos planes", criterios que "dan prioridad a los usos industriales y turísticos, lo que significa la sentencia de muerte para las explotaciones agrícolas tradicionales y la definitiva mercantilización del agua, cada vez más sometida a los intereses de las grandes empresas". "En todos estos procesos", concluye la Asamblea, "la participación democrática en los asuntos públicos brilla por su ausencia". Para ilustrar los efectos de estas "políticas desarrollistas" y lo que puede ocurrir en los ríos Dílar y Monachil, la Asamblea remitió a lo que ha sucedido en Dúrcal con la planta embotelladora o a lo que está sucediendo ahora mismo en la localidad de Cortes de Baza. Un representante del pueblo de Cortes describió ante los asistentes la situación "de auténtico estado de sitio" que se está viviendo en ese municipio y el "brutal acoso a que están siendo sometidos, por parte de la Subdelegación del Gobierno, los vecinos que se oponen al entubamiento del río Castril".